Claudia se dirigía con Vito hacia el parking para coger el coche e ir a buscar mi regalo de cumpleaños. Lo tenía guardado en casa de su madre, a las afueras de la ciudad.
Al acercarse y pulsar el mando a distancia, los intermitentes del mini negro centellearon alegres, como si le dieran la bienvenida.
Primero subió Vito de un salto y luego entró ella. Dejó el bolso en el asiento de atrás y cerró la puerta. En ese momento inspiró y un súbito vértigo se apoderó de ella. Abrió los ojos como si no lo creyera, paralizada.
El coche olía a perfume. Perfume de mujer.
Mientras todo ocurría, yo estaba en casa. Preparando las maletas.
16.8.06
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6 comentarios:
eras tú!
que te perfumas cada noche!!!!!!!!!!
jajajaj ^^
aish, cuánta intriga! ;)
A saber a quién recogiste en la puerta de tu garaje el otro día :-(. Creo que entiendo por donde vienen tus problemas. Reflexiona, ¿te has portado bien últimamente?
¿Preparando las maletas o tu maleta?...
Un beso.
Sigo esperando al otro lado de las letras la respuesta ;)
No te vayas...
No sería el ambientador???.....
Nada.. que me voy otra vez, intrigada... leñe!!!!!!!
Un besote!
Mini negro??...perfume??...perfume de mujer o de hombre...maletas...adónde ibas?,
¿cuál era tu regalo de cumpleaños...el propio perfume del mini??.
Besos
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