Hay oportunidades que solo se tienen una vez en la vida.
Un viaje, un tren, un vuelo a Londres, una mirada... Son esos intensos instantes en los que o lo tomas o lo dejas. No hay vuelta atrás. No hay lugar a la reflexión. Impulsos, corazonadas, presentimientos.
Cualquier justificación es buena ante el posterior lamento de "porqué no lo hice" "porqué no se lo dije"... Falta de coraje, de arrojo, de decisión. Miedo, inseguridad, indecisión.
"Ese no era mi tren, seguro que habrá otro mejor". No arriesgar.Cobardía.
Al cobijo de lo conocido que fácil es admirar a los que se aventuran. Que fácil comentario de barra de bar "yo si fuera tú lo haría, lo que pasa es que no me atrevo"
Que bello contemplar, bajo la manta de la nostalgía, las oportunidades de haber cambiado de vida y decir que "eso es una locura". En el corazón latiendo la envidia de aquellos que se arriesgaron.
"Si estabas esperando el momento oportuno, era ese"El crepitar de un cigarro en la noche. Y la reflexión de haber emprendido un viaje. Nunca sabes lo que la vida te va a deparar.
La vida es aquello que te sucede mientras tú te empeñas en hacer otros planes.Atentamente,
un abrazo a todos.